Esta temporada en lo que a averías y problemas se refiere, hemos tenido bastante suerte y no hubo que lamentar averías complicadas, costosas o peligrosas. Pese a una buena cantidad de horas de navegación y otras tantas, o más, de uso en puerto no existieron daños graves. Antes de comenzar la temporada, el primer incidente fue la bomba del WC eléctrico, cuyas palas de plástico se rompieron en pedazos (aún sigo pensando que alguien echó algo indebido...) obligando a la preciosa tarea del pozero-marinero, desmontando toda la bomba, limpiando, limpiando, limpiando y desinfectando todo. Una vez comprobado que hay repuesto, me animé a desmontar la bomba y cambiar la pieza de plástico de marras. Fue bastante fácil y valió la pena revisar toda las tuberías y ver cómo ahora las cosas "circulan" mejor. Otra pequeña reparación pre-verano fue en la neumática donde, con acierto, he colocado unos tornillos para agarrar mejor los flotadores al espejo de popa. Creo que así no hace tanta fuer